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jueves, 14 de julio de 2011

El mercado bilateral en Internet

Uno de los principales problemas que han iniciado el debate de la Net Neutrality es el modelo económico en que se basa Internet: el mercado bilateral. Aunque parezca mentira, es a veces más complicado equilibrar este campo que tratar los problemas tecnológicos. Para comprender este modelo voy a hacer un símil con algo muy sencillo: un recinto de exposición/feria.

El organizador de la exposición pondrá la infraestructura, en la que ciertas empresas u organizaciones pagarán una cuota por estar presentes y dar a conocer sus servicios. Por otro lado, los asistentes pagarán también una pequeña cantidad por entrar al recinto y poder informarse, comprar, etc. Si esto esta en equilibrio, todo el mundo sale ganando: el organizador se enriquece, las empresas se publicitan y/o venden y los usuarios consiguen comparar y/o comprar varios productos o servicios en un único lugar. Ahora bien, imaginemos que la exposición ha sido un éxito y que mucha más gente quiere asistir al recinto. El organizador se verá casi obligado a ampliar la infraestructura, pero obviamente con previsión de ampliar el negocio, por lo que tendrá que subir las cuotas ya sea a un lado del mercado, al otro, o a los dos para hacer rentable la inversión (la teoría económica dice que debería cubrir la mayor parte del gasto el lado que tenga una demanda más inelástica). El problema surge cuando nadie esta dispuesto a pagar más. Si es así, el organizador lo que probablemente hará será mantener la estructura.

El hecho de que las transacciones se produzcan en los extremos provoca lo que en términos económicos se conoce como externalidades, que es cuando los costos o beneficios de un bien o servicio no se ven reflejados en su precio. La teoría económica dice que cuantos mas elementos hay en la red, menos impacto presentan las externalidades. 

Pues bien, extrapolando la situación, en Internet el organizador sería el propietario o administrador de la red, es decir, los ISPs (Telefónica, ONO, etc.). Los clientes seríamos evidentemente los usuarios y los ofertantes serían los proveedores de servicios o aplicaciones (Google, Youtube, Netflix, Skype, prensa digital, venta online etc.). La situación actual es parecida al caso expuesto en la feria, aunque el problema que se está dando es que la gran cantidad de contenidos que se demandan están llegando a sobrepasar los límites de las redes (sobre todo en los accesos) dando lugar a congestiones (externalidad negativa). Ante esta situación, y en previsión de que la demanda vaya en aumento es cuando surgen los debates de como equilibrar los precios para ser capaces de gestionar estos servicios que consumen mucho ancho de banda y hacerlo de modo que todos los agentes involucrados salgan ganando.




Los usuarios no estamos dispuestos a pagar más por algo que hasta ahora se ha mantenido más o menos estable, y el mercado nos apoya en el sentido de que existe una fuerte competencia estimulada por la regulación. Cabe remarcar que las redes de acceso pertenecen a Telefónica, y que los demás ISPs deben pagar por ellas (en esta situación se dice que Telefónica es un operador mayorista). En EEUU la cosa es algo diferente ya que a diferencia de Europa no existe regulación y se da generalmente un duopolio entre los operadores de cable y los de línea telefónica (esto a parte de los accesos móviles). En cualquier caso, la única opción que queda es la de cobrar a los proveedores de servicios o contenidos por usar las redes ya que en la actualidad pagan por un acceso (más grande que el de un usuario estándar), y a veces ni si quiera eso. Google por ejemplo posee una red propia que se conecta con los operadores generalmente de forma gratuita (este acuerdo se conoce como peering). Muchas teorías existentes abogan por esta solución, argumentando que el pago por parte de este sector haría disminuir el coste de los accesos, aumentando así el número de abonados.

La posición de la mayoría de operadores e ISPs es la de no permitir que terceros se enriquezcan sin contribuir al mantenimiento y mejora de la infraestructura que hace posible ese crecimiento. Existen declaraciones de directivos de compañías importantes que defienden esta situación (César Alierta, presidente de Telefónica sin ir más lejos). La posición de los proveedores de servicios y/o contenidos es la de mantener la estructura actual, alegando que cobrar a este lado del mercado pondría barreras al crecimiento e innovación de Internet.

Como se puede observar no es un tema sencillo de tratar. Menos aún cuando Internet y el negocio asociado a él está generando en la actualidad un 7% del PIB mundial y se espera que en la próxima década alcance el 20%, sin duda pasaremos de una economía industrial a una economía de la información.

Continuará en mi próximo post: "El modelo económico de Internet".


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